Un pintor cubano de paleta europea
Entrevista por Claudia Taboada Churchman, para ART OnCuba


Si deseáramos revivir con imágenes el espíritu de los escenarios descritos en la literatura de Kafka, Albert Camus y Jorge Luis Borges, podríamos recurrir quizás a gran parte del surrealismo abordado por Max Ernst y René Magritte o incluso -mucho antes- a la pintura flamenca de los siglos XV y XVI. Pero si quisiéramos experimentar ese extrañamiento actual de la identidad de los sujetos y sus relaciones con los otros, no tendríamos que empolvarnos demasiado los dedos con estos relatos paradigmáticos correspondientes a una época anterior, pues poéticas como la del joven artista cubano Carlos Caballero (1983) ofrecen estas atmósferas condensadas de misterio e introspección, donde la presencia y/o ausencia del individuo sugiere la complicidad con su entorno social. Caballero vive actualmente en la ciudad de Gent, Bélgica, y según el artista estar allí es una experiencia que ha cambiado e influido mucho la idea que tuvo en algún momento de la pintura. Con respecto a sus inicios en el arte, los cambios recientes en su obra y sus proyecciones futuras, el artista conversa…

¿Crees que subyace en tu obra una preocupación autorreferencial?

Sin duda alguna está presente esta preocupación autorreferencial. (…) En la serie Autobiographical memory (2013) comencé a utilizar propias experiencia, pero no solo a partir de memorias reales, sino también de memorias falsas que de alguna manera me las atribuía como propias.

Los retratos de la serie Les bulles de l’amour (homage to René Magritte) 2009-2013, elaborados a partir de la ausencia de los rostros o de su indefinición, respiran el elemento onírico y pérfido de las imágenes surrealistas y conceptuales. ¿Por qué la necesidad de recurrir a estas tendencias de la historia del arte? ¿Qué otros discursos intentas evocar desde ellas?

Esta serie de retratos a primera instancia podrían pasar a primera vista como imágenes surrealistas, pero en realidad los modelos representados están de espaldas vistiendo sus ropas al inverso, el cambio de postura del modelo crea este extrañamiento en el espectador. (…)

Este proceso viene desarrollándose en mi obra desde las piezas de los “retratos grises” de la serie Persona que realicé estudiando en el ISA. Estaba tan agotado del malestar que estos retratos me causaban debido al mismo color gris, la acumulación de estos con sus aspectos borrosos y fantasmagóricos que en un momento los volteé para no verlos por un tiempo. La intriga que me produjo el acto de voltearlos y posteriormente desear verlos nuevamente fue una de las motivaciones que conllevó a la investigación de la serie Les bulles de l’amour (homage to René Magritte) 2009-2013.

Esta preocupación por la subversión del género del retrato ha sido una constante en gran parte tu obra. ¿Cuándo comenzaste a trabajar este tema? ¿Puede considerarse tu obra de los tatuajes una de las primeras investigaciones al respecto?

Desde muy temprana edad sentí cierta atracción hacia el género del retrato. Desde que estudiaba en la escuela de nivel medio de artes plásticas en la ciudad de Camagüey comencé a sentir el deseo de realizar piezas donde el retrato tuviera un roll protagónico en mis piezas. Pero la verdad es que sí, fue posterior con la pieza Retratuarte (2004), a mi entender esta fue una de las piezas que reflejaba con más precisión todas las investigaciones que había estado realizando desde años anteriores. Esta pieza comenzó con visitas a las casas de varios de los tatuadores más conocidos en Camagüey, con el propósito de documentar el proceso y las expresiones de las personas a las cuales les estaban realizando tatuajes. Posteriormente con varias de las imágenes que tomé, de referencia a estas imágenes que captaban las expresiones del momento de dolor, y usando tintas vegetales, agujas y una máquina de tatuar, es decir, los mismos implementos para realizar tatuajes en personas, realicé estos retratos tatuados sobre el lienzo. El retrato en estos lienzos era una representación del dolor sin dolor.

Tus piezas han dado un vuelco muy diferente a lo que hacías en Cuba, aunque siguen respirando ese aire surrealista inicial, pero ya no aparecen estos planos concentrados únicamente en personas ¿Estos recientes proyectos con apariencia de “paisajes” podrían considerarse como estados mentales de un individuo? ¿Podríamos estar hablando de un retrato del sujeto a partir del paisaje?

(…) Las últimas piezas que he estado haciendo en estos tiempos refieren a ciertos paisajes mentales. Disposition I(2014) es una pieza que representa un interior donde todo se dirige hacia la esquina izquierda representada en un espacio que recuerda a una habitación con paredes de un tono de verde, el proceso de la pieza estaba asociada a donde mi visión y mi condición de pintar con la mano derecha sintiera hacia cual dirección fluía la energía en ese momento, en el proceso de la pieza, al comienzo era una habitación vacía, posteriormente fui disponiendo donde debían de estar ubicados estos elementos, algunos son reconocibles como muebles de una casa, otros elementos tienen una morfología más abstracta.

En el artículo El Caballero Carlos en la lógica de su silogismo pictórico, su autor, Antonio Correa Iglesias afirma lo siguiente: “Suspendido en la distancia, en la incestuosa voracidad de las nacionalidades, el discurso pictórico y narratológico de Carlos Caballero -espero equivocarme- tiene muy poco que ver con lo cubano, al menos, con lo cubano en el sentido tradicional del término”. ¿Crees ciertamente responder únicamente a códigos internacionales? ¿Acaso el propio discurso de la búsqueda de una identidad no está hablando de la realidad cubana en la actualidad?

Siento que sería oportuno mencionar las experiencias que he tenido desde que estudiaba en el ISA en relación a esta pregunta. Recuerdo haber escuchado una y otra vez este comentario: “…tus pinturas tienen la apariencia de una pintura hecha por un artista europeo, desde la misma gama de color hasta por el mismo tratamiento en ellas…”

Por otra parte desde que llegué a Gent, ciudad que se encuentra en Flanders, comencé a escuchar que mi pintura parecía una pintura hecha por un pintor flamenco. Escuchar esto en varias ocasiones acá en Flanders ha sido algo que me ha llamado la atención, ya que la formación que tuve desde temprana edad en la escuela de artes plásticas en Camagüey estaba más asociada a la escuela de la antigua Unión Soviética.

Raúl Cordero me comentaba hace poco tiempo atrás acerca de las últimas pinturas que he estado haciendo en Bélgica: “…es increíble como la luz en Bélgica (y probablemente también los materiales) están cambiando tu paleta. Estás pintando con una sensibilidad de color más europea que muchos pintores nacidos ahí…”

La pintura… tu arma certera, aunque algunas incursiones en lo objetual y lo instalativo están apareciendo puntualmente en tu obra. ¿Qué relación guardan con tus trabajos pictóricos? ¿Podrían considerarse maquetas o bocetos de las pinturas o productos artísticos autónomos?

Me resulta interesante esta pregunta, ya que justamente estas maquetas surgen a partir del mismo proceso con la pintura. En el momento que estos objetos surgen mi trabajo anterior estaba más en relación con la fotografía, usaba fotografías como referencia para producir las pinturas cuando necesitaba un escenario o un modelo que no tenía a mi alcance. Algunas personas me recomendaron el uso de programas de 3D para crear estos bocetos de referencias, pero la verdad es que sentí que no era lo que deseaba. Posteriormente surgen estas maquetas, las cuales eran solo en el comienzo pura referencia como modelos para las pinturas, después observé que estas no eran solo referencias, sino también una parte del proceso en general del desarrollo de mi trabajo. Solo con el tiempo vi que estas también eran piezas con propia autonomía.

Coméntanos sobre tus proyectos futuros…

En este momento me encuentro trabajando en nuevas piezas para una muestra personal Desertic abundance, el próximo 7 de febrero del 2015 en un espacio llamado Salon Blanc, en Ostend, Bélgica. Esta muestra será bajo lo curaduría de Els Wuyts, quien trabajó por varios años para el museo S.M.A.K. en Gent. En ella se mostrarán pinturas, maquetas y dibujos. Posteriormente otra muestra personal en la ciudad de Wevelgem, también en Bélgica. En el transcurso del año otras muestras colectivas aún por definir…

30-12-2014